Cómo elegir tu nuevo colchón: 7 claves imprescindibles para no equivocarte

Elegir colchón

Ahhh… la cama, ese lugar mágico y único en el mundo donde nada malo puede ocurrir, donde los sueños se sueñan y los días tocan a su fin cada noche y comienzan de nuevo al despertar.

¿Existe acaso un lugar más sagrado?

Claro que no, la cama es el rincón más importante de nuestros hogares, y probablemente, también en el que más tiempo dedicamos al descanso.

Piénsalo bien. Ocho horas de trabajo, ocho horas de tiempo libre y, con suerte, otras ocho de reposo nocturno.

¿Duermes menos que eso? Pues entonces, ¡con más motivo todavía!

Si has llegado hasta aquí es porque necesitas información fiable para elegir un nuevo colchón, y es normal: la oferta en el mercado es amplísima, elegir el más indicado es fácil solo si conoces de antemano los puntos clave que harán de tu decisión una compra maestra.

Conceptos básicos para elegir un buen colchón

Primero, veamos las propiedades básicas que debemos tener en cuenta para encontrar el mejor colchón para nuestras necesidades, puesto que las mencionaremos bastante.

Adaptabilidad

Si te has tumbado alguna vez en un colchón más duro que una piedra, eso es porque no poseía en absoluto esta característica.

Ojo, esto no quiere decir que los colchones firmes no puedan ser adaptables, aunque de por sí, suelen serlo menos que los más suaves.

La adaptabilidad permite que el colchón se adapte a ti, y no al revés.

Firmeza

Cómo elegir colchón firmeza Existen muchos mitos alrededor de la firmeza adecuada. Como ocurre con otras variables, todo dependerá de las necesidades individuales.

Los colchones muy firmes poseen un nivel de densidad muy alto. Esto quiere decir que las partículas del material del que se componen están muy juntas entre sí, queda poco espacio para el aire, y por tanto el grado de soporte es mayor porque el colchón no se hunde con facilidad. Una firmeza tirando a alta suele ser recomendable para:

  • Niños y adolescentes
  • Personas con sobrepeso
  • Personas que acostumbran a dormir boca arriba

Un colchón de firmeza baja suele sentirse más mullido pero no es adecuado para todo el mundo. Ten en cuenta que, si se hunde en exceso, es más propenso a originar dolores de espalda causados por malas posturas de la columna vertebral. Los colchones de firmeza tirando a baja pueden ser una buena opción para:

  • Personas mayores
  • Durmientes delgados
  • Ciertas dolencias musculares o articulares

¡Ojo!
En el caso de sufrir alguna dolencia grave, siempre recomendamos consultar con un profesional de la salud especialista antes de elegir tu nuevo colchón.

Finalmente, la firmeza media es la más universal, recomendable para la mayoría de adultos jóvenes y de mediana edad que no presentan sobrepeso ni problemas o dolencias en músculos, huesos o articulaciones porque propicia la correcta posición de la columna vertebral y el alivio sobre los puntos de presión.

Transpirabilidad

Es un factor importante porque, aunque algunos materiales se publicitan como atérmicos, como el látex o la viscoelástica, podrían llegar a resultar demasiado cálidos para algunas personas.

Esto sucede porque, aunque el material no genera calor, nuestro cuerpo sí lo hace continuamente. Y algunos materiales -como los dos que acabamos de nombrar- son poco eficientes disipando correctamente ese calor. Esto puede hacer que sudemos en la cama, lo cual no solo es desagradable sino que se traduce en un peor descanso.

Hoy, la tecnología de sistemas de termorregulación en los colchones está a la orden del día.

Por ejemplo, la viscoelástica de célula abierta disminuye algo el grado de firmeza, pero es muy empleada por su efectividad para disipar el calor.

Además, existen otras técnicas como el uso de fundas con tejidos transpirables como la malla 3D o el tejido strech elástico y cómodo, las fibras naturales que eliminan la humedad, los canales de aireación en el núcleo del colchón o el uso de micropartículas de carbono, que mejoran la conductividad térmica.

Consejo
Consultando las especificaciones del modelo en cuestión, podremos saber si incorpora alguno de estos métodos para mejorar la transpirabilidad.

Altura

Como elegir altura Es común que la gente confunda la altura con la firmeza: en realidad no tienen nada que ver. Hay colchones gruesos muy blandos, y al contrario.

Sin embargo, para que un colchón sea considerado como tal, atendiendo a la normativa actual, ha de tener un mínimo de 17 cm. Si mide menos, entonces deberá comercializarse con el nombre de colchoncillo o topper.

Lo que nosotros te recomendamos es que elijas un colchón de una altura igual o superior a los 20 cm. ¿Por qué? Es a partir de esta altura cuando el colchón aportará un buen soporte y las capas que aportan adaptabilidad, tendrán un grosor suficiente para aportarte una buena sensación de acogida y adaptabilidad.

Importante
Aunque un buen soporte es siempre importante, el somier se vuelve fundamental cuando el colchón mide menos de 20 cm.

Existe una excepción a todo lo mencionado anteriormente en este apartado, y son los colchones para camas articuladas. En este caso, los modelos han sido diseñados especialmente para combinarse con estos somieres regulables y habitualmente son menos gruesos para tener una buena flexibilidad

Materiales. ¿Cuál es el mejor para tu colchón?

Actualmente, en el mercado del descanso, los 3 bestsellers son:

Viscoelástica

Ideal para parejas, personas que duermen de costado y cualquiera que sufra de dolores y molestias musculares.

Adaptabilidad: 

Independencia de lechos:

Transpirabilidad:


Para empezar, es necesario puntualizar que ningún colchón está fabricado de viscoelástica en su totalidad. La visco es una capa que acompaña a un núcleo de espuma o muelles y así se combinan estos materiales en los colchones de viscoelástica.

Se trata de un material desarrollado por el programa espacial de la NASA en los 60’, y se compone principalmente de productos sintéticos derivados del petróleo. Aunque algunos fabricantes indiquen que su modelo está confeccionado con «viscoelástica vegetal», esto solo significa que contiene un pequeñísimo porcentaje (>5 %) de algún material natural como el carbono activo o la soja.

Entre sus cualidades estrella está su alta adaptabilidad que es la que produce la sensación de acogida o «efecto envoltura» al tumbarse en la cama. Aunque, si la capa es muy gruesa, para algunos durmientes puede llegar a producir una sensación de atrapamiento.

También es termosensible, así que tanto el calor del cuerpo humano como la propia temperatura ambiental ayudan a aumentar todavía más el grado de maleabilidad.

Cómo elegir colchón familia Si la capa de viscoelástica es lo suficientemente gruesa el movimiento no se transfiere, es por esto que es muy conveniente para aquellos que duermen acompañados.

Dicha capa debería tener una altura mínima de al menos 3 cm de lo contrario los beneficios inherentes a la viscoelástica no son perceptibles. Esto es muy importante que lo tengas en cuenta porque encontrarás muchos colchones baratos que hacen gala de tener viscoelástica pero el grosor de la capa es tan fino que en la práctica es casi lo mismo que si no la tuviera. El precio del colchón suele incrementarse cuanto más gruesa es esta capa.

La viscoelástica también es recomendable para todos aquellos que duermen de lado y también para quienes tienen dolores óseos o musculares, puesto que consigue eliminar prácticamente por completo la presión en los puntos clave del cuerpo, sobre todo: cabeza, hombros, caderas y rodillas.

Por otro lado, cabe señalar que la transpirabilidad de la viscoelástica no es la mejor. Afortunadamente los sistemas de aireación, como la célula abierta, han mejorado mucho este aspecto. Otro truco para hacerse una idea de cómo será la transpirabilidad de un colchón determinado, es fijarse en su grado de densidad: cuanto mayor sea este, menor será su capacidad de ventilación y más importante será que cuente con algún sistema para potenciar la transpirabilidad.

La adaptabilidad, la transpirabilidad y la resiliencia también dependen en gran medida del grado de densidad.

La densidad de la viscoelástica que se fabrica hoy en día es completamente personalizable. Se considera viscoelástica de baja densidad cuando no supera los 20 kg/m3, densidad media entre 20 y 50 kg/m3 y densidad alta por encima de los 50 kg/m3.

Consejo
Para que notes una buena sensación de acogida, elige un colchón con visco de al menos 50 kg/m3 (si el fabricante no indica la densidad de su visco, lo más probable es que no supere este número. Ten en cuenta que cuanto menos densa, más barata es).

Pros

Muy adaptable

Buena sensación de acogida

Poca transmisión de movimiento

Contras

Poca transpirabilidad

Incrementa el precio del colchón

Espuma de poliuretano

Ideal para presupuestos ajustados y camas de uso esporádico.

Adaptabilidad: 

Independencia de lechos:

Transpirabilidad:

La espuma es un material económico y bastante ligero. Nosotros lo recomendamos para camas de uso esporádico, como por ejemplo, las camas para invitados o de segundas residencias. También, si va a descansar un niño en ella o personas con poco peso (hasta 45 kg).

Son colchones que suelen ser más bien duros (firmeza alta) y con poca adaptabilidad. Por eso, en muchos casos este material se utiliza como núcleo de soporte con una capa de visco y/o otros materiales de acolchado encima para hacer el colchón más mullido y confortable.

Si vas a decidirte por la espuma, te recomendamos que elijas la densidad más alta posible, ya que así la vida útil del colchón será mayor (por lo menos 28 kg/m3).

El peso y el precio aumentarán algo, pero sin duda vale la pena.

Importante
A la espuma de alta densidad y mejor calidad se la conoce como espuma HR (High Resilience).

Atención, porque al tratarse de un material de origen plástico no es demasiado transpirable, así que, en ciertas condiciones de calor y humedad, los ácaros y bacterias pueden comenzar a reproducirse. Por eso, te recomendamos que elijas colchones que tengan tratamientos higienizadores como Sanitized y con la espuma perfilada (canales transversales en el colchón que ayudan a mejorar la circulación del aire y añaden algo de confort).

Sin embargo, para personas alérgicas a los ácaros o con problemas respiratorios o cutáneos, quizás otros materiales son más adecuados, como el látex.

Pros

Precio económico

Más manejable por su poco peso

Contras

Menor durabilidad

Se deforman con el tiempo

Desaconsejables para personas alérgicas

Látex

Ideal para alérgicos a los ácaros y asmáticos, camas articuladas y aquellos que se mueven mucho durante la noche.

Adaptabilidad: 

Independencia de lechos:

Transpirabilidad:

Existen colchones de látex natural, de látex sintético y de la mezcla de ambos. Sea cual sea, el colchón se compone de un bloque de este material enfundado en una carcasa textil que lo protege.

Los colchones de látex natural, según la normativa vigente, deben contener al menos un 85 % de caucho, un material orgánico que se extrae de un árbol llamado Hevea brasiliensis.

Es difícil, aunque no imposible, que este porcentaje llegue hasta el 100 %, ya que se requiere del uso de una cantidad variable de químicos para solidificar el látex y dotarlo de forma y de firmeza.

El látex natural es caro si lo comparamos con el látex sintético u otros materiales artificiales (viscoelástica, muelles ensacados, espuma), pero también es más adaptable, transpirable, saludable y ecológico y, además, tiene mayor durabilidad.

Los colchones de látex sintético son aquellos que contienen desde un 0 % a máximo un 20 % de látex natural. Se elabora a partir del petróleo. Es más económico, pero tiene menor transpirabilidad porque tiende a acumular calor. También es menos adaptable y ergonómico que el natural.

Látex sintético

  • Asequible
  • Ligereza
  • Higiénico

  • Transpirable
  • Adaptable

Látex natural

  • Adaptable
  • Transpirable
  • Mejor aroma
  • Ecológico
  • Durabilidad
  • Asequible
  • Higiénico

Los mixtos poseen unas cualidades u otras dependiendo del porcentaje que contengan de cada clase de látex. Los porcentajes de látex natural pueden variar entre el 20 % y el 85 %.

El fabricante está obligado a identificar en el etiquetado con toda claridad los porcentajes correspondientes a cada tipo. Aunque la forma más fácil de saber si estamos ante un colchón de látex natural o no es fácil: si es natural lo verás claramente identificado en la descripción del colchón. Si el fabricante solo usa la palabra “látex”, ten por seguro que se trata de látex mixto o, directamente, sintético.

Importante
No te dejes llevar por denominaciones comerciales que pueden inducir a confusión, como «Bio látex» o «Eco látex » y consulta también las certificaciones, especialmente cuando se trate de látex natural.

Látex cama articulada Otra característica del látex es su flexibilidad, por lo que los colchones de este material son la mejor opción para camas articuladas.

En cuanto a transpirabilidad, el látex natural transpira correctamente, pero es importante ventilarlo a diario para evitar el moho, ya que si no tiende a acumular humedad. También es muy recomendable que lo uses sobre un somier de láminas, que ayudará a potenciar la aireación.

Aunque los microorganismos como las bacterias y los ácaros no anidan directamente en el látex (y de hecho, esta es una de sus principales ventajas), ante la falta de ventilación sí pueden proliferar con facilidad en el tejido de la funda y las sábanas.

El látex sintético, de por sí, no es demasiado transpirable, es sin embargo fácil de perforar con el fin de mejorar la circulación del aire.

Algunas personas son alérgicas al látex, aunque por lo general las altas temperaturas que se usan durante la elaboración del colchón destruyen las moléculas que producen las reacciones alérgicas.

Como se trata de un material bastante pesado, para moverlo y darle la vuelta con más facilidad es aconsejable que el modelo elegido cuente en los laterales con unas asas resistentes.

Por último, tanto el látex natural como el sintético son indeformables siempre y cuando la base sobre la que se asienten sea sólida, plana y robusta.

En definitiva, el látex es un material muy versátil que hará las delicias de quienes buscan comodidad, adaptabilidad y buena ergonomía. Gran sensación de acogida. Al igual que ocurre con la viscoelástica, aquellos que sufran de dolores verán mejorar su calidad de descanso gracias al alivio en los puntos de presión, como caderas y hombros.

Su gran flexibilidad lo hace adecuado para usar en camas articuladas.

Pros

Es posible elegir el látex natural, el sintético o el mixto en función de los gustos o necesidades personales

Antiácaros

Flexible

Colocado sobre una base sólida es indeformable

Mejor opción para camas articuladas

Contras

Necesita aireación diaria

Sin efecto memoria

No es una buena opción si buscas un colchón de firmeza alta

Muelles

Ideal para parejas, personas de peso elevado, durmientes calurosos y los que cambian frecuentemente de postura al dormir.

Adaptabilidad: 

Independencia de lechos:

Transpirabilidad:

elegir colchón independencia lechos Aunque existen otro tipo de resortes, como los bicónicos o los de carcasa compacta, los ensacados son los más utilizados con diferencia porque tienen grandes ventajas.

Se trata de un tipo de muelles que se encapsulan por separado dentro de una bolsita textil, que evita que los muelles suenen al tumbarse o al moverse. De esta forma, cada uno es independiente de los otros, y es por este motivo que la presión del cuerpo y el movimiento de cada durmiente no se transmiten, convirtiéndolos en una buena opción para camas de matrimonio.

La firmeza viene determinada por el número de muelles, su diámetro y los materiales que complementan el núcleo en las capas exteriores y la densidad de las mismas.

En general, los colchones de muelles son de firmeza más alta que otros materiales. Las capas que recubren los muelles harán que sea más de firmeza media o tirando a alta.

Otra gran característica de estos colchones es que los muelles dejan pasar sin impedimentos el aire entre ellos, así que la transpirabilidad de este tipo de núcleo también es la mayor disponible.

Hay que tener en cuenta que los muelles ensacados pierden sus propiedades originales algo más rápido que otros materiales. Esto se debe a que la capacidad de resiliencia del metal es más limitada que la de la espuma viscoelástica o el látex: con el paso del tiempo, a los muelles les va costando más recuperar su forma original tras cada movimiento.

Cuando esto sucede, poco a poco tu cuerpo lo empieza a acusar. Puedes sentir que la superficie del colchón ya no es tan firme y plana como antes, notar alguna pequeña cavidad, y lo más importante, despertarte con una sensación distinta, como de no haber descansado plenamente bien.

Por suerte, gracias a las cápsulas de tela que hemos mencionado antes, ya no tendrás que preocuparte de los ruidos y sonidos molestos como antaño cuando el colchón se va desgastando con el paso del tiempo.

La gran mayoría de modelos incorpora ya una capa superior de viscoelástica, látex o una combinación de dos o más de estos materiales. Esta capa puede tener mayor o menor grosor, pero su principal objetivo siempre es mejorar el grado de adaptabilidad, y suavizar la firmeza del colchón.

Es fundamental prestar buena atención a estas capas que complementan el núcleo para saber si el colchón es el adecuado para ti.

Por ejemplo, si buscas un colchón mullido, busca uno que tenga una generosa capa de visco sobre los muelles (al menos 4 cm).

Los colchones de muelles ensacados son perfectos para aquellas personas que requieren de una buena firmeza, porque tengan por ejemplo alguna dolencia en la zona lumbar. También son la mejor opción para quienes suelen pasar calor en la cama.

Pros

Buena independencia de lechos

Altamente transpirables

Buena firmeza

Personalizables a través de la capa superior que completa el núcleo

Contras

Se desgastan más rápido que otros materiales

Menos adaptables

6 + 1 aspectos decisivos al comprar tu colchón

Dime cómo eres y duermes y te diré qué colchón necesitas.

Vayamos por partes.

Tu cuerpo

Estatura

Jamás compres un colchón de un tamaño insuficiente. Ahórrate esa sensación tan incómoda de no tener bastante espacio para estirarte y estar a gusto a tus anchas.

Suma siempre (y como mínimo) 15 cm a tu estatura. Así, si mides 1.80 m deberías comprar un colchón de 200 cm de largo.

Consejo
¿Dudas entre dos medidas? Elige siempre la superior. La misma norma vale para el ancho del colchón.

En camas individuales, 110 cm mejor que 90 cm. Para las de matrimonio, quédate con los 150 cm antes que con 135 cm. ¿Quieres dormir como nunca en tu vida?

Te costará un poco más planchar las sábanas, pero con 180 cm ya nunca querrás volver atrás.

Complexión

A mayor peso, mayor firmeza requerida para tener un buen soporte. Por otro lado, las personas delgadas sentirán más duros los colchones, así que tenlo en cuenta para elegir la firmeza.

Tus hábitos nocturnos

Hábitos nocturnos En otras palabras, cuántas vueltas das durante la noche.

Aquellos que no paran quietos ni dormidos, notarán la diferencia si eligen un material capaz de absorber el movimiento lo suficientemente bien como para que el colchón no moleste a la vez que tampoco impida tanto vaivén, especialmente si se duerme acompañado.

Si te mueves mucho, el colchón no debe evitarlo. Busca un colchón con buena flexibilidad, como son los de látex o los muelles ensacados.

Cuidado con pasarse con la dureza: un amplio repertorio de posiciones exige también un buen equilibrio entre firmeza y adaptabilidad. Además, con una dureza excesiva correrías el riesgo de adoptar malas posturas.

Compartir o no la cama

Convivir significa tener en cuenta, y en todo momento, las necesidades de la otra persona, y sí, también a la hora de dormir, ¡faltaría más!

compartir cama Si tienes pareja y además te sueles mover bastante, lo más oportuno será elegir un colchón con una buena adaptabilidad que absorba el movimiento que producen los continuos cambios de postura. Una buena opción en este caso es un colchón con una capa generosa de visco.

En relación a la firmeza, si esta es muy alta será difícil que la adaptabilidad sea la necesaria, y si es demasiado baja, dos personas podrían notar que el colchón se hunde demasiado. ¿La solución? Una correcta firmeza media.

Sea como fuere, grábate a fuego estas dos palabras, porque serán tu salvación: lechos independientes.

Muchos fabricantes de gama medio-alta y alta ofrecen esta característica en sus colchones, especialmente si hablamos de muelles ensacados, que son los que mejor independencia de lechos ofrecen. Para otros materiales, en este sentido cuanto más gruesa sean las capa de acolchado sobre el núcleo (> 5 cm), mejor.

Los lechos independientes merecen la pena, y mucho: así es como se logra dormir del tirón toda la noche y, de paso, terminar con los reproches matutinos.

Tus preferencias térmicas


Frioleros vs calurosos. Aquí tienen mucho que ver los materiales con los que el colchón está confeccionado.

El látex y la viscoelástica no están muy recomendados para quien suele transpirar mucho y rápidamente se agobia en los meses de verano. No obstante, hoy en día casi todos los fabricantes incorporan a sus productos novedosas tecnologías que ayudan a minimizar este problema -como inyección de gel termorregulador o adición de canalizaciones y perfilaciones en los materiales- mejorando la transpirabilidad y facilitando la buena circulación del aire.

Para las personas muy calurosas te recomendamos especialmente los colchones de muelles ensacados.

Si más bien eres de los que disfrutan en un ambiente de descanso cálido y no sueles transpirar, ¡entonces estupendo! Todos los materiales te irán bien, ya que puedes aumentar o disminuir la temperatura de forma sencilla en función del edredón o cobertor que utilices.

Tu postura al dormir

Los especialistas no recomiendan dormir boca abajo. Está comprobado que hacerlo sobre el costado izquierdo es la postura que aporta más beneficios (fuente).

En cualquier caso, esto es algo que difícilmente se puede controlar una vez que caemos rendidos.Posturas para dormir

  • Los colchones duros están indicados para quienes duermen boca arriba, porque así se evita que la columna vertebral se contraiga, manteniéndose firme y sin una mala posición.
  • Los colchones más mullidos son mejores para las personas que duermen de lado, porque en este caso, el alivio de la presión que ejercen las caderas y hombros es la prioridad. También para los que duermen boca abajo, porque de esta manera es más fácil mantener la línea saludable entre el cuello y la espina dorsal.

¿Y qué hay de la almohada?

  • Duerme sin almohada, o con una muy fina, si te gusta colocarte boca abajo.
  • Con una más gruesa si te pones de lado.
  • Utiliza una de altura intermedia si tu posición favorita es boca arriba.

Las almohadas cervicales siempre son una excelente opción, en cualquiera de los tres casos. Su diseño evita que el cuello esté demasiado alto o bajo durante el sueño, propiciando una mejor postura corporal completa.

Tu edad

persona adulta mayor Los adultos mayores necesitan mucha menos firmeza que los niños. Esto es porque los huesos y las articulaciones, llegada cierta edad, agradecen una mejor adaptabilidad.

Los puntos de presión se alivian cuando el colchón es menos duro, y, por tanto, obtenemos una más grata sensación de acogida. Y, sin duda, la reina de la adaptabilidad es la visco.

Prueba y garantía

Más allá de estas consideraciones que tienen que ver con cómo eres, hay algo más que no debes pasar por alto antes de decidirte: el periodo de prueba y la garantía.

Hubo un tiempo, lejano ya por suerte, en el que la gente compraba su colchón probándolo apenas un minuto, tumbándose sobre él en la tienda, con ropa, zapatos y ante la atenta mirada del vendedor.

Con presiones no se puede tomar una decisión que te afectará durante la próxima década de tu vida, ¿no te parece lógico?

Nuestro consejo es que elijas un colchón con periodo de prueba, especialmente si lo compras online. El colchón llega a tu casa perfectamente empaquetado y puedes probarlo como debe ser: en pijama y durante un montón de noches seguidas. Lo normal es que sean entre 30 y 100. El tiempo de adaptación a un nuevo colchón varía según la persona, pero lo normal es que sea de al menos una semana.

Fíjate también en si la devolución es gratuita o no durante este periodo de prueba.

Si pasado este periodo de prueba el colchón pierde sus características iniciales, por ejemplo, se vuelve menos firme, se deforma o el tejido se descose, necesitarás recurrir a la garantía.

Recuerda que la normativa europea establece que cualquier producto no perecedero comprado en el ámbito de la CEE debe estar avalado, de entrada, por una garantía mínima de dos años. A partir de aquí, cuanto más tiempo extra ofrezca el fabricante o el vendedor, mejor todavía. Esto significará que se trata de un producto de confianza y calidad, y por eso no temen en ampliar la garantía mínima legal.

Importante
Algunos modelos ya llegan hasta los diez años -incluso 15- y de hecho esta elección sería la más lógica, puesto que es la mejor manera de asegurarse que el colchón permanecerá en óptimas condiciones durante toda su vida útil.

Cuando te gastas un buen dinero en mejorar tu calidad de sueño, el periodo de prueba y la garantía te brindan un extra de tranquilidad.

El factor precio

Factor dinero Para qué negarlo: el precio es un factor de decisión tan significativo como los demás, a veces puede que hasta más.

¿Merece la pena pagar más por un buen colchón? Sin duda, pero esto no quiere decir que no podamos encontrar muy buenas opciones a precios razonables.

La búsqueda de la calidad se centra en los materiales.

El látex natural es el material más caro. En el tro extremo, los colchones de espuma suelen ser los más económicos, pero también los que antes deben renovarse, puesto que su durabilidad es menor.

Cuanto más material de origen natural contenga un colchón, más caro será este. Todos los colchones pueden contener fibras naturales, carbono, aloe vera, soja y otros componentes que encarecen el producto final puesto que deben ser convenientemente tratados e incorporados.

Al hilo de esto mismo, sobre el factor precio también influye el proceso de fabricación.

Hemos visto como el látex natural se extrae de un árbol y pasa por un proceso complejo y costoso hasta que obtiene su forma sólida final.

La viscoelástica y el látex sintético en un principio fueron materiales muy complicados y costosos de fabricar, pero la innovación dio paso al perfeccionamiento y la producción en masa. Hoy en día están al alcance de casi todos los bolsillos.

Además de los materiales, el precio también viene determinado por:

La calidad de los acabados: costuras, cremalleras, ribetes, etc.

La garantía extra ofrecida y las noches de prueba.

El servicio de atención al cliente y posventa, sobre todo en compras online.

El buen nombre de la firma. Los fabricantes de toda la vida suelen tener bien posicionada su marca. En general, son una buena opción, una apuesta casi segura cuando buscamos calidad. Han invertido bastante en I+D y cómo no, también en marketing. Por estas dos razones, no son los más económicos.

El lugar de fabricación. Lo aconsejable, sea cual sea la casa que firma el modelo, es que haya sido fabricado dentro de la Unión Europea. Esto garantiza ciertos estándares de gama, así como la seguridad y salubridad de los materiales y componentes utilizados durante el proceso de fabricación, embalaje y transporte.

Los certificados, que suponen un aval de excelencia y buena calidad de los tejidos y otros elementos. Los otorgan, generalmente, institutos de investigación privada reconocidos internacionalmente. Uno de los más populares y fiables es el Oeko Tex, expedido por Aitex.

Para saber más acerca de las distintas certificaciones, revisa esta página.

Así es que todo lo anterior acaba repercutiendo también en el precio final. Cuando tomes en cuenta un precio, considera la valoración global del producto.

Preguntas frecuentes

¿Cuándo es el momento de cambiar de colchón?

Cambiar colchón Un buen indicativo es la edad: si tu colchón ya ha cumplido la decena, se acerca el momento de decirle adiós.

Pero no solo los materiales del colchón envejecen, nosotros también lo hacemos. Seguramente tus necesidades específicas habrán cambiado en todo este tiempo.

Para saber si ha llegado la hora de jubilar nuestro viejo colchón, obsérvate por la mañana al despertar. ¿Tienes molestias, dolores o contracturas? ¿Sientes que no has descansado del todo bien, mañana tras mañana? Entonces es el momento.

¿Cómo llega el colchón a mi casa? ¿Cuáles son los estándares mínimos aceptables?

El colchón debe llegar envasado ya sea simplemente en un plástico protector o bien enrollado, precintado y envasado al vacío. Solo así se puede garantizar que la higiene sea perfecta.

No aceptes paquetes con el plástico rajado o que hayan perdido su sello hermético.

¿Cómo debe ser la base del colchón?

Base colchón Un estupendo colchón sobre una mala base es como un coche con ruedas de madera. Por eso es tan importante elegir el somier adecuado para tu cama.

Los somieres de lamas permiten una buena ventilación, por eso combinan bien con colchones de materiales que transpiran poco, como el látex o la espuma.

Las bases de tablas tapizadas funcionan a la perfección con los colchones de muelles ensacados. Aportan una sujeción y firmeza óptimas.

Para las bases articuladas, los colchones de látex son los más recomendables por su flexibilidad.

Por último, la base siempre debe ser del mismo tamaño del colchón, ni más, ni por supuesto, menos.

¿Tengo que darle la vuelta en verano?

La respuesta corta es que depende del modelo. Se debe proceder tal y como indique el fabricante.

A la mayoría de los nuevos colchones no hay que darles la vuelta un par de veces al año para su mantenimiento, como se hacía antes, pero siempre se recomienda voltear de pies a cabeza.

Algunos de ellos ya están preparados para que esto no sea necesario, en otros, directamente no está aconsejado en absoluto, ya que la distribución de capas no es simétrica.

¿Cómo limpio mi colchón?

Como ya imaginarás, el interior de un colchón es imposible de desinfectar correctamente. Por eso es importante mantener el exterior impecable:

  • Cambiar funda Si el colchón es desenfundable, podrás llevar la funda a la tintorería, si se puede lavar en casa, mejor todavía. Comprueba este detalle en la etiqueta.
  • Si el colchón no es desenfundable, protégelo siempre con una funda extraíble, lavable y con tratamiento bactericida. Las hay impermeables que también permiten el paso del aire. Lava la funda una vez cada dos meses en invierno y una vez al mes en verano.
  • Tanto si el colchón incorpora funda extraíble como si la pones tú, no olvides protegerlo con una sábana bajera.
  • Cambia las sábanas, y sí, ¡una vez a la semana!
  • Ventila el colchón con frecuencia, especialmente antes de hacer la cama. Presta todavía más atención a este punto si el colchón es de látex natural.

¿Qué hago con mi antiguo colchón?

Pregunta al vendedor de tu nuevo colchón si incluye la retirada del anterior, muchos lo hacen, y además de forma gratuita.

Nunca lo abandones sin más al lado de los contenedores de basura. Llama al número de atención al ciudadano de tu municipio y pregunta cuál es el día de la semana (siempre hay uno designado) y las horas en las que está permitido dejar enseres junto a los contenedores.

¡Sé responsable!

Como has podido comprobar, bien vale la pena ser cuidadoso y prestar atención al detalle a la hora de elegir un nuevo colchón. Nos acompañará muchos años, muchas noches, muchas horas.

No te la juegues, ¡esta es una inversión estrella en bienestar y salud!

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